Hace ya varias décadas que la comunidad educativa conmemora la muerte de Gandhi celebrando el Día Escolar de la No Violencia y la Paz, el 30 de enero.  La semana previa a ese día, muchos de nuestros alumnos ya se pusieron a preparar esa fecha tan importante con varias actividades: los más pequeños decoraron sus aulas, leyeron cuentos y participaron de reflexiones con el fin de aumentar el conocimiento y la sensibilización sobre la paz y la no violencia y descubrir qué podemos hacer cada uno de nosotros para ser sembradores de paz.

Aprovechamos esas reflexiones para hablar, entre otras cosas, de la Guerra en Siria y mostrar la situación a los alumnos a través de un ejemplo muy cercano para ellos: el pasado y presente de Daraa, ciudad de origen de los niños Sirios que forman parte de nuestro alumnado desde hace unos meses, y a los que los alumnos de las distintas etapas conocen y con los que conviven, lo que ha permitido a todos una mayor sensibilización y comprensión del por qué de los refugiados.

En secundaria, además de las reflexiones y tutorías, cada curso realizó una actividad extracurricular enmarcada dentro de la “semana de Realidades Humanas”, durante la que unos grupos visitaron diferentes instalaciones de la ciudad como Cáritas o ATADI y otros recibieron a personas que trabajan en diferentes organizaciones como Cruz Roja o Disminuidos físicos de Aragón. Estas actividades permiten a los estudiantes conocer de cerca el día a día de personas que viven de forma muy distinta a como lo hacen ellos, y entender, que todos podemos hacer algo para mejorar la vida de los demás.

La jornada del día de la Paz se centró este año en la creación de las simbólicas palomas en forma de puzles, que transmitían mensajes de paz: los más pequeños escribieron en sus piezas sencillos actos cotidianos, que al juntarlos, dan lugar a la paz; los mayores, buscaron frases de personajes célebres que tratan la paz y su relación con otros temas como la educación, Dios, la libertad, la paz interior o la responsabilidad individual.

Tras la lectura de las frases por la paz, el acto tomó un cariz más lúdico y alegre, y todos los presentes cantaron y/o bailaron los temas elegidos por los diferentes niveles, uno de ellos, incluyó el estribillo formado con pictogramas ARASAAC de gran tamaño, que elaboraron desde el aula TEA, como símbolo de inclusión.

Para culminar el acto, los niños de los últimos cursos de Primaria dibujaron con su propio cuerpo y paraguas un colorido símbolo de la paz, con el que todo la comunidad del colegio La Salle Teruel nos unimos al deseo de una Paz mundial y duradera.