El pasado sábado, día 14 de octubre, La Comunidad de Teruel aprovechó el día para ofrecer el Proyecto comunitario a la Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora de las Cuevas en su ermita deCaminreal y pasar un día de convivencia comunitaria.

En Teruel amaneció el día con una espesísima niebla; buen augurio según el dicho español ‘mañana de niebla,…

Pasadas las 9:30 horas salíamos del Colegio. La niebla nos acompañó durante el primer tramo del camino; a la altura de Singra, ‘lorenzo’ venció a la niebla y apareció un día soleado y luminoso, casi cegador.

A las 10:30 teníamos concertada la visita al CICAR (Centro de Interpretación del Yacimiento Arqueológico de La Caridad). Nos estaba esperando en que sería nuestro guía, don Jesús Gerardo Franco; magnífico guía: conocedor de la materia, excavador arqueológico y profundamente enamorado de La Caridad y, eso se notaba porque vibraba con sus explicaciones, muy técnicas y exhaustivas. Vimos primero el Centro de Interpretacióndel Yacimiento, en la muy antigua estación de RENFE, muy bien presentado técnica y estéticamente y, posteriormente nos trasladamos al Yacimiento Arqueológico para el estudio de campo; de nuevo Jesús nos ilustró con sus conocimientos del terreno donde el mismo había excavado en tiempos pretéritos, muy pretéritos porque ahora las excavaciones están paralizadas; las apreturas de los presupuestos no dan para estas cosas; al fin y al cabo ‘son poco más que piedras’ que probablemente diría algún lumbreras de la administración.

A las 12 horas nos despedíamos de Jesús agradeciéndole sus explicaciones y la magnífica mañana que nos había hecho pasar.

Nos dirigimos a la Iglesia parroquial de Caminreal, dedicada a Nuestra Señora de la Asunción. A las puertas de la Iglesia nos esperaba el párroco, don Jesús Mateo, antiguo alumno de nuestro Colegio de Teruel y lasaliano de pies a cabeza, que es decir ‘mucho lasaliano’ porque casi mide 2 metros. Nos acompañó a la Iglesia donde nos fue explicando los detalles más interesantes de la misma. La iglesia rezuma barroquismo por todas partes; sobresale el retablo mayor con la imagen de la Asunción en la calle mayor del mismo. Una imagen apoyada en apenas un punto y que parece, como es de rigor en este tema, flotar en el aire sostenida por un coro de ángeles y nubes.

El tiempo se nos echaba encima y como teníamos previsto hacer el ofrecimiento del P. C. a las 13 horas, acompañados por don Jesús Mateo nos dirigimos a la ermita de Nuestra Señora de las Cuevas, donde nos esperaba don Ricardo Salas, cofrade de la Cofradía del mismo nombre; donde íbamos a hacer la Presentación-Ofrecimiento de nuestro Proyecto Comunitario a Nuestra Señora de las Cuevas. El ofrecimiento comenzó con la colocación sobre el altar de los símbolos escogidos para esta ocasión: la biblia y la regla, símbolo de la supremacía de la ley de Dios; la estrella sonriente y fraternal, símbolo comunitario de este curso, signo de nuestra vida comunitaria y fraterna: La oración motivadora estaba centrada en los tres pilares básicos del P.C.: Signum Fidei, el espíritu de fe como pilar básico de una comunidad lasaliana; el sacramento de la Fraternidad, los HH. viven en comunidad y se llaman Hermanos; el espíritu de celo, Consagrados para la misión.

Los HH. de la Comunidad firmaron el P. C. y el Hno. Director de la Comunidad ofreció el mismo a Nuestra señora de las Cuevas; acabamos el acto poniendo bajo su protección nuestra Comunidad y nuestro Proyecto Comunitario, recitando los Gozos a Nuestra Señora de las Cuevas.

La comida nos esperaba. Nos dirigimos al Restaurante El Azafrán, 176 de la A23, donde teníamos reservada la comida: pudimos degustar platos y dulces artesanos. La comida y sobremesa nos dio ocasión de traer a la mesa viejos recuerdos colegiales de la época cuando don Jesús Mateo correteaba por las aulas y pasillos del Colegio de Teruel; así como los grandísimos problemas pastorales de los seis pueblos, –Caminreal, Bañón, Cosa, Villalba de los Morales, Fuentes Claras, Rubielos de la Cérida- de los que es párroco don Jesús, con una población envejecida demográficamente y sobre todo envejecida espiritualmente; como botón de muestra, don Jesús tenía un funeral a las 17 horas en Fuentes Claras, y, si bien por la mañana había tenido un bautizo en la misma localidad, lo más normal es que ganen por goleada los funerales a los bautizos.

Antes de despedirnos, don Jesús quería que fuéramos a la Casa Parroquial. Visitamos las distintas dependencias y el huerto donde cultiva hortalizas y flores; y una agradable sorpresa, fruto de sus trabajos de búsqueda e investigación durante muchos años.

Don Jesús, antes de despedirnos, –detallismo lasaliano-, nos obsequió con un buen surtido de pastas de la zona.

A las 16:30 horas emprendíamos el regreso a casa

Una bonita jornada por la que damos gracias a Dios por esta magnífica jornada de convivencia lasaliana.