Durante los pasados días 12 y 13 de febrero, nuestro laboratorio se transformó en un espacio de aprendizaje interactivo y colaborativo para conmemorar el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia. En estas jornadas, los alumnos de 4º de ESO asumieron un rol especial: el de mentores científicos para sus compañeros de 2º de primaria, acercándolos al fascinante mundo de la experimentación.

El objetivo de esta iniciativa va más allá de transmitir conocimientos: se trata de despertar la curiosidad por la ciencia desde edades tempranas y de fomentar la colaboración entre distintas etapas educativas. Para ello, los alumnos mayores guiaron a los pequeños a través de diferentes estaciones experimentales, donde, con explicaciones claras y demostraciones prácticas, convirtieron conceptos científicos en experiencias tangibles y sorprendentes.

Desde reacciones químicas que parecen magia hasta fenómenos físicos explicados con sencillez, cada experimento fue una oportunidad para aprender, preguntar y maravillarse. Pero, además de explorar el mundo de la ciencia, estos encuentros reforzaron valores fundamentales como el trabajo en equipo, la paciencia y la empatía. Los alumnos de 4º de ESO no solo fueron guías en el laboratorio, sino también modelos a seguir, demostrando que la enseñanza entre iguales es una herramienta poderosa para el aprendizaje.

En un mundo donde la ciencia y la tecnología son clave para el futuro, actividades como esta no solo siembran vocaciones, sino que también fortalecen habilidades esenciales como el pensamiento crítico y la comunicación efectiva. Sin duda, estas jornadas han sido una experiencia enriquecedora para todos los participantes, recordándonos que la curiosidad no tiene edad y que el conocimiento, cuando se comparte, se disfruta aún más.