Es para el Club de lectura del Colegio La Salle una enorme satisfacción el poder tener un biblioforum sobre el primer libro de uno de sus socios: La Plantación Myrtles de David Martínez. La novela había sido presentada en la Biblioteca del Colegio el 25 de noviembre.
La sesión ha sido una de las más dinámicas y libre de todas las realizadas hasta el momento. Sesión llena de vida y emoción. El tener presente, -y, además, como miembro del club-, al autor facilitó la sesión. El entusiasmo y satisfacción por la lectura de esta novela hizo que todos quisieran intervenir y preguntar ‘cosas’ al autor. Los clublectores querían saber el misterio del sorprendente y fantástico final.

La Plantación es una novela de suspense –mucho suspense- y venganza. Una novela que engancha desde la primera página. Presentar, nada más empezar a leer, un ‘cadáver’ colgando de una viga, te intriga para seguir leyendo y no parar hasta resolver el misterio. La primera parte la ocupa un lago flash back (24/100 capítulos) que nos lleva, sin resolverlo, hasta el día del fatal suceso. Sigue una segunda parte con las investigaciones de la policía y los principales personajes
de la historia. Aparecen muchos sospechosos, pero el misterio sigue sin resolverse. Basada en un diario encontrado ‘por casualidad’ en la plantación, la tercera parte nos lleva hacia un final sorpresivo y sorprendente. El misterio sigue ahí, pero bastante críptico. Será necesaria la ayuda del autor para descifrarlo. Cronológicamente ocupa, en el presente, poco más de un año: del martes 2 de mayo de 1972, a las 10:00 horas, al martes 5 de junio de 1973, a las 03:33 horas.
Jugar con el pasado y el presente imbricándolos constantemente fue un gran acierto.


La sesión había comenzado con la presentación por parte de Iván, animador del Club, hablando de la génesis de la novela. Él como lector-corrector del ‘manuscrito’ sirvió de guía para corregir, orientar y aconsejar al autor, recortando muchas páginas no imprescindibles.
Se dio la palabra a David, el autor, que empezó hablando de la historia, el origen de la novela. Como profesor y animador cultural, practica, en sus clases, ejercicios de gamificación. En uno de estos ejercicios se encuentra con la Plantación Myrtles y un espejo ‘fantástico’. El tema le apasiona y ve la posibilidad de escribir ‘algo’ sobre ello. Empieza preparando un guion, siguiendo la estructura narrativa del “Viaje del héroe”. El proceso de búsqueda de información, lecturas, … le llevará tres años. Hay que reconocer que la información fue fructífera por que la novela está plagada de detalles, fechas, olores, sabores, música… de lo más preciso. No se ha podido encontrar fallo alguno. Las descripciones del ambiente y de los personajes son minuciosas y tan reales que hace que te sumerjas en ellas. Alguna clublectura llegó a decir que sentía los olores y sabores. Cuenta el autor que, en algún momento, el libro se convierte en una obsesión: en algún viaje de trabajo, cuando las musas le aportan alguna idea, para el coche, saca su ordenador y escribe la idea, antes que las musas se esfumen.
La clublectores le acosan de preguntas, sobre todo sobre el ‘misterioso final’. El autor, ante tanta presión, acaba por descifrar el misterio, sorpresivo para la mayoría. Un final del que, por respeto a futuros lectores no voy a hacer spoiler. Confío en su inteligencia y capacidad deductiva para resolverlo por ellos mismos.

La sesión se completó con la degustación de productos luisianos o de plantación, obsequio del autor y de alguna
clublectora. En definitiva, una sesión bordada y tremendamente animada. Al final de la sesión se pregunta a David, el autor, si hay algo de él en la novela. Sí, contesta. También si, después de esta búsqueda exhaustiva de información, piensa visitar la Plantación Myrtles. Está en sus proyectos, más o menos inmediatos, responde.
En fin, David, enhorabuena y muchas gracias por esta magnífica, y primera, novela, y deseamos éxito en tus futuros proyectos literarios, alguno, dices, ya en embrión. Esperemos que pronto salga a la luz.

José María Porres, clublector.