Como reflejo de nuestro carácter propio y del proyecto educativo lasaliano, en los que la justicia y la responsabilidad son valores fundamentales, en La Salle organizamos cada año la Semana de Realidades Humanas, durante la que desarrollamos diferentes acciones de sensibilización.

Durante estas jornadas, todos los alumnos del colegio tienen ocasión de reflexionar acerca de la diversidad y de su compromiso con los demás, a través de actividades adaptadas a cada nivel, como cuentos, dinámicas, “reflexiones de la mañana” o tutorías. Pero es en la etapa de secundaria donde esta Semana de Realidades Humanas es especialmente activa, ya que los alumnos realizan diversas salidas y reciben a personas de distintos entornos y organizaciones, con el fin de conocer de cerca situaciones diferentes a las que ellos viven cada día.

La actividad de la semana la iniciaron este año los alumnos de 1º ESO con su visita a las instalaciones que  Cáritas tiene en San Nicolás. Allí, conocieron el trabajo que realizan los diferentes departamentos y programas, como “economía social” o “comercio justo”, para ayudar a personas necesitadas. Desde la entidad animaron a los estudiantes a ser valientes y navegar por los mares de la solidaridad, para construir entre todos una sociedad más justa.

Personal de la fundación DFA -Disminuidos Físicos de Aragón-  se desplazó hasta el  centro educativo el martes para realizar diferentes actividades de concienciación con 2º ESO y ayudarles a ponerse en la piel de personas con capacidades diferentes a las suyas. 

Por su parte, los alumnos de 4º conocieron la opción del voluntariado de la mano de Cruz Roja: les informaron de las muchas y variadas actividades que realiza con los diferentes colectivos y participaron activamente respondiendo a las preguntas que se iban planteando durante la charla y compartiendo sus propias experiencias.

Para concluir la Semana de Realidades Humanas, el alumnado de 3º visitó el centro “Ángel Custodio” donde conoció el objetivo de la organización ATADI, su trabajo con personas con discapacidad intelectual y cómo, a través de sus talleres, personas con capacidades diferentes ofrecen un servicio a la sociedad. Los alumnos pasaron por las distintas aulas del centro (máquinas, plásticos, serigrafiado, …) para comprobar cómo los usuarios trabajan partiendo de materia prima hasta ofrecer un producto totalmente acabado. De esta visita destaca una enseñanza: todos somos capaces de hacer cosas, de trabajar y, lo más importante, siempre debemos sentirnos satisfechos de nuestro trabajo y ofrecerlo a los demás con una sonrisa, como hacen los trabajadores de ATADI.

Las experiencias que los diferentes cursos han vivido estos días han ayudado a los estudiantes a entender mejor que “el hecho de ser personas nos hace importantes y valiosos a todos” y que es responsabilidad conjunta conseguir una sociedad más justa, basada en el respeto y la empatía.

Desde La Salle, seguiremos trabajando por un mundo mejor.